por Klever Descarpontriez & Maria Alejandra Escalante (con la colaboración de muchos amigos)
Los impactos del cambio climático no tienen paciencia con la lentitud de los progresos en las negociaciones intergubernamentales y la muy limitada cantidad de acciones que se están tomando para detener el calentamiento global. Ya estamos viviendo los impactos: el aumento del nivel del mar ha desplazado a las comunidades insulares de Bangladesh, las sequías han disminuido en un 50% la producción agrícola en Guatemala, tifones han cobrado la vida de cientos de personas en las Filipinas, los glaciares andinos peruanos siguen derritiéndose, y la lista de los impactos colaterales como la pérdida de la biodiversidad, la deforestación y la desertificación, entre otros….sigue y sigue.
Estas manifestaciones son sólo la punta del iceberg. A la fecha, la temperatura mundial ya se ha incrementado en un 0,8 ℃ desde el comienzo del siglo XX, y los países ya están experimentando enormes penurias y dificultades para hacer frente a los impactos. El mundo necesita reglas estrictas que vengan de arriba hacia abajo, reglas radicales que sean adoptadas por los gobiernos en la Conferencia Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés). Durante este año que viene, el deber que tienen los gobiernos es hacer que las emisiones de carbono lleguen a su pico para el año 2017 con el fin de tener un 50% de probabilidades de permanecer por debajo de un aumento de 2 ℃ de la temperatura global. Para que esto suceda, los principales contaminadores tienen que escalar dramáticamente sus esfuerzos de mitigación para que coincidan con el nivel de ambición que se necesita (visiten esta página web para entender más acerca de los usos justos del espacio atmosférico desde una perspectiva de justicia climática). Si los objetivos de reducción de emisiones no se cumplen a su debido tiempo, entonces, deberíamos comenzar a aceptar la idea de un mundo en el que eventos catastróficos, como que los pequeños estados insulares desaparezcan causando migraciones masivas de refugiados climáticos, se conviertan en nuestra sombría y común realidad.